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Nuestros gatos están testados por ADN en Combigen, de las principales enfermedades genéticas.

 

Algunas enfermedades a tener en cuenta

Haremos una breve descripción de enfermedades víricas generales para todos los gatos y patologías propias de la raza Maine.

 

Enfermedades Virícas

 

PANLEUCOPENIA (TIFUS)

Se trata de una enfermedad producida por un parvovirus, que tiene cierto parentesco con el del perro y que es capaz de sobrevivir en el ambiente durante meses, incluso años. Esta enfermedad, que afecta más a los gatitos pequeños y gatos jóvenes, produce fiebre, diarrea, vómitos y una disminución importante de los glóbulos blancos, también llamados leucocitos. Por ello, se hace imprescindible una visita al veterinario y seguir sus indicaciones. 

 

La vacuna contra la panleucopenia felina suele administrarse a partir de las 8-9 semanas de edad y sus efectos suelen durar un año. Por ello, debe revacunarse cada año. Un animal infectado elimina el virus en todas las secreciones corporales, sobre todo en el excremento, hasta por seis semanas después de haberse contagiado. Su grado de gravedad se divide en tres formas.

  • Forma sobreaguda, produce la muerte súbita en menos de doce horas.

  • Forma aguda, caracterizada una fiebre elevada y abatimiento extremo, anorexia, deshidratación, comienza a vomitar y luego sufre diarrea. La analítica sanguínea revela un descenso de la tasa de glóbulos blancos. La mortalidad es de un 50 a un 60%, aunque los que consiguen curarse a menudo conservan una diarrea crónica.

  • Forma subaguda, se limita a una diarrea que dura varios meses y mal estado general.

 

Su tratamiento es el siguiente: Rehidratación mediante perfusiones, antobióticos y tratamiento de los síntomas. El pronósticos es reservado dado a la alta mortalidad de esta enfermedad.

 

Su prevención es la vacunación, existen vacunas que deberán ser administradas al gatito cuando aun es pequeño, antes de que puedan estar en contacto con la enfermedad. Se debe evitar que los padres salgan de casa antes que los gatitos estén vacunados.

 

Si a una gata gestante le ataca el virus o se le administra una vacuna con el virus vivo atenuado. este puede atacar al feto. La infección en las primeras semanas de la gestación provoca el aborto, si se produce en el último tercio de ésta, causa hipoplasia de cerebelo y los cachorros hacia las 4 semanas de vida tiemblan, no coordinan sus movimientos y son incapaces de andar. Para este caso no existe vacuna.

 

RINOTRAQUEITIS

El virus que produce esta enfermedad pertenece al grupo de los herpesvirus, que produce hasta un 45-50 por ciento de las enfermedades respiratorias de los gatos. Principalmente afecta a los individuos inmaduros que no estén vacunados, sus síntomas son fiebre, estornudos, mucosidad, conjuntivitis, lagrimeo e incluso úlceras en la córnea. La rinotraqueítis también cuenta con una vacuna, que se administra hacia las 8-9 semanas de edad y cuyos efectos duran unos doce meses, de ahí la necesidad de revacunar anualmente.

 

Se contagia a través del contacto directo con la orina, saliva, secreciones nasales del gato infectado. El 80% de los gatos infectados no se desarrollan la enfermedad por meses o años, en cuanto a los que logran recuperarse, serán portadores durante toda su vida, por lo que sería importante evitar el contacto con gatos sanos a los que pudiera infectar. 

 

En el caso de contagio en gatas preñadas suelen abortar. En los cachorros y adultos debilitados, la mortalidad es elevada.

 

Es una enfermedad autolimitante, es decir, se cura sola después de 5 a 7 días de haberse manifestado. En todo caso si se nota algún síntoma señalado acude al veterinario para que le asigne un tratamiento.

 

 

CALICIVIROSIS (GRIPE FELINA)

El causante es un picornavirus, que produce unos síntomas muy parecidos al constipado humano, hay fiebre, estornudos, aumento de la salivación en algunos casos, úlceras en la boca y ampollas en la lengua. Por este motivo, recibe el sobrenombre de gripe felina.


Tiene mayor prevalencia en ambientes con mucha concentración de ejemplares, es decir, en criaderos, colonias asilvestradas e instalaciones de recogida de animales, pero el gato casero puede padecerla incluso aunque esté vacunado. Eso sí, cuando el gato está vacunado los síntomas son menos graves. Como no hay tratamiento específico contra la calicivirosis, lo mejor es prevenir siguiendo los consejos del veterinario.

 

RABIA

Se trata de una de las enfermedades víricas más conocidas y cuyo control está bastante extendido en todos los países occidentales. Se transmite a través de la saliva, generalmente mediante la mordedura de un animal infectado. Otra vía de contagio es a través de la ingesta de carne de animales muertos sin cocer.

 

Las ratas, pueden ser portadoras del virus sin sufrir ningún signo clínico de la enfermedad, son los llamados vectores, su mordedura frecuentemente es la causa de la enfermedad cuando el animal no está vacunado. .Aunque un gato casero corre muy pocos riesgos de contraer la rabia, dada la importancia que tiene su control en la salud pública (afecta al ser humano), es recomendable que se le vacune una vez al año, si bien la normativa puede variar según la comunidad autónoma donde vivamos.

 

Los síntomas de la enfermedad comenzarán a notarse entre las 2 y 8 semanas después de la incubación.

 

La evolución de la enfermedad consta de 3 fases:

  • Primera fase, No tiene signos evidentes.Si se observa se notara que el animal tiene fiebre, reflejos lentos y si la contaminación es a través de un mordisco, se lamerá constantemente la herida.

  • Segunda fase, fase furiosa. Al ser invadido el sistema nervioso central, los cambios en el comportamiento son evidentes, irritabilidad, inquietud, agresividad, ataques a objetos inanimados, maullidos inexplicables, miedo a la luz, comportamiento sexual anormal.

  • Fase tercera, paralítica. Se desarrolla una parálisis, primero en la extremidad mordida, luego faringe, seguidos de problemas para respirar, parálisis de la mandíbula lo que provoca un exceso de salivación.

 

El diagnóstico se lleva a cabo un estudio de la cabeza y las glándulas salivales. Cualquier gato sospechoso de tener rabia se somete a cuarentena o se procede a eutanasiar. Las autoridades locales deben informar a la población, por si el gato a mordido a alguien y así se le de pronto tratamiento, mientras se confirma el positivo.

 

No existe tratamiento. Los humanos infectados pueden sobrevivir si se vacunan rápidamente.

 

 

PERITONITIS INFECCIOSA (PIF)

La causa de esta enfermedad es un coronavirus, el VPIF. Se trata de una infección gastrointestinal que trae como consecuencia una peritonitis.

 

Afecta más a los ejemplares poco maduros y a los muy mayores. También es proporcionalmente frecuente en criaderos, albergues y colonias de gatos.


Afecta a las membranas de las cavidades torácica y abdominal, de modo que si afecta a la pleura, produce pleuritis, y si afecta al peritoneo, produce peritonitis. Los síntomas son fiebre alta y anorexia, con el vientre distendido, es decir, con un tamaño muy aumentado. Se transmite por la saliva, el moco, las heces y la orina del gato infectado. No existe curación conocida.

 

Se manifiesta de varias formas:

 

  • Formas húmedas, se caracterizan por encharcamientos peritoneales (ascitis: el abdomen se llena de líquido) y pleurales (alrededor de los pulmones).

  • Forma seca, provocan síntomas que dependen de órgano afectado, insuficiencia renal, hepática o pancreática, puede afectar también al ojo, que se pone blancuzco y provoca trastornos nerviosos.

  • Formas mixtas

  • En las hembras gestantes provoca abortos y reabsorción embrionaria. Si llega a parir los cachorros tendrán malformaciones y serán muy débiles sin casi oportunidades de sobrevivir.

  • Provoca también infertilidad en ambos sexos.

 

 

INMUNODEFICIENCIA (FIV)

La produce un retrovirus de la familia de los lentivirus muy similar al virus de inmunodeficiencia humana, si bien no afecta al ser humano ni a otras especies de animales y sobrevive apenas unos minutos fuera del gato.

 

Como produce inmunosupresión, el gato afectado manifiesta un descenso en el número de leucocitos. Una de las cosas más llamativas de este virus es que se multiplica hasta las 8-12 semanas tras la infección y luego pasa a una fase asintomática. Por ello, muchos gatos dan positivo en las pruebas de esta enfermedad, por lo que son gatos aparentemente sanos pero que pueden transmitir la enfermedad. Casi todos los gatos afectados desarrollan signos de enfermedad a partir de los 4-6 años.


En Europa no se comercializa ninguna vacuna contra la inmunodeficiencia felina y la eficacia de la vacuna que se comercializa en otras zonas no está contrastada. En cuanto al tratamiento, suele consistir en tratar los síntomas que vayan apareciendo, siempre relacionados con las enfermedades oportunistas, aquellas que se desarrollan porque el sistema inmunitario está débil. Aun así, un gato que da positivo en las pruebas de esta enfermedad puede tener una vida larga y una gran calidad de vida.

 

La principal causa de contagio es por un mordisco, acto abundante en las peleas territoriales entre machos, por ello los machos son los mas afectados. Otras causas de transmisión son, la saliva y tras el coito con machos infectados.

 

Sus síntomas son, mal estado general, pérdida de peso, anemia, fiebre, tumores en los ganglios linfáticos, afecciones del sistema nervioso.

 

El diagnóstico de esta enfermedad puede pasar inadvertida si no hay signos clínicos, pero si notas que el gato tiene infecciones recurrentes acude al veterinario. Las pruebas se realizan a través de una muestra de sangre, especifica, llamada ELISA. Actualmente no hay cura, existen terapias mantener la calidad de vida y alargarla.  Un gato que da positivo en las pruebas de esta enfermedad puede tener una vida larga.

 

 

LEUCEMIA FELINA (FeLV)

Esta enfermedad la produce un retrovirus del género gammarretrovirus y no solo afecta al gato doméstico, sino también al montés y al lince, entre otros, independientemente de la edad.

 

Si a las vacunas disponibles se añade que es un virus con muy poca capacidad de supervivencia en el medio ambiente y al que le afecta cualquier desinfectante, se trata de una enfermedad muy fácil de controlar. Eso sí, no existe tratamiento contra el virus, sino que se tratan los síntomas de las enfermedades que vayan surgiendo.

 

Este virus se transmite a través de la saliva, las secreciones nasales, las heces y la leche. Asimismo, es más fácilmente transmisible en entornos con poca higiene, en los gatos jóvenes y en los lugares con mucha concentración de ejemplares. Para su mejor control, también se recomienda desparasitar al gato contra las pulgas con el fin de reducir al mínimo la posibilidad de que se vea afectado por un parásito que produce anemia y que se llama Mycoplasma haemofelis. Asimismo, se desaconseja que tome carne cruda, en tanto puede ser vector transmisor de Toxoplasma gondii, que en los gatos inmunodeprimidos produce uveítis, convulsiones y ataxia.

 

Esta enfermedad ataca al sistema inmune del animal, dejándolo indefenso antes la presencia de otros agentes infecciosos, (virosis, infecciones bacterianas o parasitarias). La enfermedad se manifiesta a treves de anemia, aparición de tumores en nódulos linfáticos, gastrointestinales, riñón, ojos, sistema nervioso, piel, pulmón, corazón , vejiga urinaria, vías nasales y médula ósea. En hembras puede ser causa de esterilidad y si es gestante puede provocar aborto, reabsorción o muerte del feto y debilidad de la cría al nacer

 

Su tratamiento  es con antibióticos, moduladores inmunológios, antivirales e incluso transfusiones para alargar su vida, en caso de anemia. Los gatos en que se presenta la enfermedad y sobreviven, tienen una vida normal, pero serán transmisores el resto de su vida.

 

 

 

 

Patologías propias del Maine Coon

 

CARDIOMIOPATÍA HIPERTRÓFICA FELINA (CMH)

La CMH es la enfermedad cardiaca más frecuentemente observada en la práctica clínica en el gato. Afecta fundamentalmente a gatos de edad media-avanzada, aunque ha sido diagnosticada en animales desde 3 meses a 17 años. Los machos la padecen con más frecuencia que las hembras. Se ha descrito una forma genética de la enfermedad en gatos Main Coon y puede estar presente también en otras razas.

 

Hay tres presentaciones clínicas típicas en gatos con CMH: disnea, paresia o parálisis de las extremidades posteriores y muerte súbita. La disnea es atribuible a edema pulmonar y ocasionalmente derrame pleural. Las dos últimas presentaciones (paresia/parálisis y muerte súbita) son el resultado de un tromboembolismo sistémico. Además estos signos clínicos pueden estar precedidos de otras alteraciones más variables como letargia, tendencia a esconderse, anorexia y vómitos.

 

Muchos gatos con CMH permanecen asintomáticos y fallecen de muerte súbita inesperada. Son también frecuentes los casos de gatos con CMH que se mantiene igualmente asintomáticos hasta que una situación de estrés desestabiliza al animal provocando una disnea aguda por edema pulmonar severo que puede desarrollarse muy rápidamente.

 

La presentación clínica más frecuente de tromboembolismo sistémico es un episodio agudo de paresia/parálisis de las extremidades posteriores con dolor extremo, pulso femoral ausente o muy débil, inflamación y contracción de los músculos gastronemios y cianosis de las almohadillas plantares y base de las uñas. Son mucho menos frecuentes, pero pueden aparecer, signos clínicos referidos a embolización de la arteria braquial derecha, riñones, cerebro, intestino, bazo o hígado.

 

 

 

 

DEFORMACIONES

La displasia de cadera,  es un defecto genético en el que la articulación de la cadera se desarrolla de manera anormal. Esto ocurre cuando la cadera no se ajusta bien a la cavidad de la cadera. La articulación de la cadera está dañado debido a los golpes constante de la cabeza femoral hacia la salida.

 

Con el envejecimiento de gato, esto puede conducir a la osteoartritis, que es una enfermedad degenerativa. Esta condición de salud puede ocurrir en gatos de diferentes edades, y los signos más comunes de la displasia de cadera tienen rigidez al caminar, la renuencia a saltar o correr, y cojera.

 

Aunque no es fatal, que puede ser muy doloroso para gatos. De hecho, la displasia de cadera puede ser agobiante cuando no se les da el tratamiento adecuado y la terapia. Para evitar mayores daños a la articulación de la cadera, los gatos se ponen en un control de peso dieta. El exceso de peso puede añadir presión a los lados, lo que empeora su condición.

 

También hay algunos ejercicios que un veterinario puede recomendar como terapia, como caminar con una correa, caminar en una cinta, y subir y bajar escaleras. Masajea correcta también puede ayudar a aliviar el dolor, así como mantener al gato caliente, ya que el frío puede inducir artritis. Además, el veterinario puede prescribir medicamentos para tratar esta condición de salud, tales como los AINE, la glucosamina y la vitamina C.

 

 

PECTUS EXCAVATUM

El Pectus excavatum (PE) es una deformación de la caja torácica por crecimiento anómalo del esternón y costocartílagos que recae en una depresión condroesternal. Esta anormalidad anatómica se adquiere durante la vida intrauterina, y puede ser el resultado de expresiones genómicas heredables, acortamiento del tendón central del diafragma, anormalidades en la presión intrauterina y deficiencia congénita de la musculatura en la porción craneal del diafragma. 

 

GEN REX

Es un maine coon con pelo rizado.

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